Riquelme, el detective, es un tipo gris pero eficiente que no está convencido de revelar los resultados de sus investigaciones. Su cliente, protagonista de esa novela, es un hombre doliente y confundido porque su mujer, Elisa Miller, lo ha abandonado. Elena, Mónica, Sonia, son las sombras que atormentan con sus apariciones al desubicado personaje. Séneca, Schopenhauer y Weininger, pero también el jugador de básquetbol Magic Johnson, son las voces que agitan la conciencia del hombre cada vez que éste sostiene diálogos con sus héroes morales y deportivos.
Guillermo Fadanelli echa mano de los elementos más característicos de la novela negra: la figura del detective, y una constante zozobra.
“Fadanelli tiene los huevos de hacer frente al desencanto, la otredad de las mujeres y la irremediable soledad a la que está condenado el hombre, y eso queda magistralmente demostrado en El hombre nacido en Danzig.”
Wenceslao Bruciaga