Esta novela no se somete a la tiranía de la historia. En cambio, sostiene una búsqueda que se fragmenta y se renueva constantemente, y que despliega tantos hallazgos como direcciones emprende. En cada uno de sus libros, Éric Chevillard pone las dosis justas de humor, absurdo, imaginación e irreverencia necesarias para retar las convenciones del acto de narrar, mediante un estilo que le ha ganado ser considerado un renovador de su lengua y un narrador impredecible.
El protagonista se descubre lanzándose a descubrir la realidad del continente de la vida salvaje. Así, emprenderá el ambicioso proyecto de escribir un gran poema que contenga a África.
“Éric Chevillard mezcla hermosos hallazgos donde la poesía (la verdadera) se disputa con la contemplación.”
Jean-Maurice de Montremy, Livres Hebdo